Dicen que las comparaciones son odiosas pero en este caso es inevitable, desde luego la óptica es muy diferente entre España y República Checa.
A la hora de practicar, de utilizar su tiempo libre, las cosas se diferencian aún más.
Ellos no tienen playa cerca, espacio en el que los españoles pasamos gran parte de vacaciones y tiempo libre tanto descansando como haciendo ejercicio, esto les obliga a gastar su tiempo libre en diferentes deportes. Durante el invierno ellos practican hockey, pin pon, patinaje sobre hielo, ski, bolos, etc. y durante el verano no se separan de la bicicleta, los patines o simplemente el jogging o el senderísmo, aún hoy vi a una niña en patines montada en la bicicleta! :)
Desde mi punto de vista y mi experiencia puedo decir que nos ganan por goleada en este campo, ¡hasta existe una ruta de la cerveza para hacer en bici!
Ahora centrándome en mi experiencia, en tan solo tres meses he podido practicar y aprender un montón de deportes.En mi trabajo diariamente los niños juegan al pin pon, se organizan torneos y campeonatos semanalmente, desde muy pequeños aprenden a jugar a infinidad de deportes, a mi me dan mil vueltas!
Una vez al mes vamos a la bolera y una vez por semana vamos al gimnasio del colegio más cercano a practicar hockey, fútbol, baloncesto y lógicamente, juegos infantiles como el balón prisionero que ellos llaman "vybíjená".
En el mes de Marzo ha llegado la primavera, este año ha sido especialmente cálido y no ha nevado mas que un par de semanas por lo cual hemos disfrutado, y lo seguimos haciendo, del sol y las buenas temperaturas. Hace unas semanas hemos hecho una pequeña ruta en bici la otra voluntaria europea, una trabajadora social de Střep y yo. El paisaje ha cambiado mucho, empiezan a florecer los arboles y los campos están verdes, durante ese día recorrimos diversos pueblos y ciudades cercanos a Český Těšín, todo el recorrido fue cerca del río y zonas verdes, fue un autentico placer, uno de los mejor días desde que estoy en República Checa.
Hicimos una parada para comer en un restaurante precioso: Hostinec a Pivovar U Koníčka.
Aquí nos esperaba una comida checa esplendida y un cerveza casera difícil de olvidar, los visitantes solo eran de dos tipos o ciclistas en ruta o vecinos que acuden aquí en coche solo para cargar en sus maleteros litros de esta maravillosa cerveza.
Este día mi compañera y yo fuimos conscientes de que el estado físico de nuestra camarada checa, esta mucho más acostumbrada al deporte que nosotras, también mucho mas fondo, la perseguimos con la bici casi todo el camino! Acabamos la ruta en casa de sus suegros con un jardín precioso donde pudimos disfrutar de un café, unas pastas y riquísimas mandarinas españolas!
Otra gran diferencia es el nivel en los idiomas, cualquier niño o anciano conoce más de un idioma, ya sea alemán, polaco, español, etc. Siempre encontrarás una forma de comunicarte con ellos antes de reducir la conversación a los gestos.
Antes de empezar el buen tiempo con nuestra otra compañera checa acudí a una estación de ski, justo el ultimo fin de semana que estaba operativo. Mi compañera fue profesora de ski durante muchos años y gracias a su ayuda recordé todas mis cualidades esquiando, hace mucho tiempo que las había olvidado!
En esta ocasión también pude comprobar como desde muy pequeños aprenden este deporte y lo controlan mucho mejor que yo. La única pista abierta aquel fin de semana era una roja aunque tras unas doscientas caídas y recuperaciones conseguí bajarla casi entera de un tirón. Fue un verdadero placer!
Hicimos una parada para comer en un restaurante precioso: Hostinec a Pivovar U Koníčka.
Aquí nos esperaba una comida checa esplendida y un cerveza casera difícil de olvidar, los visitantes solo eran de dos tipos o ciclistas en ruta o vecinos que acuden aquí en coche solo para cargar en sus maleteros litros de esta maravillosa cerveza.Este día mi compañera y yo fuimos conscientes de que el estado físico de nuestra camarada checa, esta mucho más acostumbrada al deporte que nosotras, también mucho mas fondo, la perseguimos con la bici casi todo el camino! Acabamos la ruta en casa de sus suegros con un jardín precioso donde pudimos disfrutar de un café, unas pastas y riquísimas mandarinas españolas!
Otra gran diferencia es el nivel en los idiomas, cualquier niño o anciano conoce más de un idioma, ya sea alemán, polaco, español, etc. Siempre encontrarás una forma de comunicarte con ellos antes de reducir la conversación a los gestos.Antes de empezar el buen tiempo con nuestra otra compañera checa acudí a una estación de ski, justo el ultimo fin de semana que estaba operativo. Mi compañera fue profesora de ski durante muchos años y gracias a su ayuda recordé todas mis cualidades esquiando, hace mucho tiempo que las había olvidado!
En esta ocasión también pude comprobar como desde muy pequeños aprenden este deporte y lo controlan mucho mejor que yo. La única pista abierta aquel fin de semana era una roja aunque tras unas doscientas caídas y recuperaciones conseguí bajarla casi entera de un tirón. Fue un verdadero placer!
Para finalizar esta entrada puedo contaros que también disfruté durante tres días del senderísmo entre los pinos y los campos checos. Como ya os conté en nuestro campamento en Hrádek, hicimos varias caminatas hasta nuestra casa rural, hasta el restaurante de Filipka y organicé un rastreo para los niños.
Desde luego una de las cosas que más disfruto en República Checa es de la naturaleza!
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