martes, 1 de julio de 2014

Aprender a decir adios


En un Servicio de Voluntariado Europeo aprendes muchas cosas, empiezas a aprender mucho antes de llegar, de saber que estas aprendiendo. Desde la primera inspiración hasta la ultima decisión.

Aprendes cosas prácticas, aprendes cosas que te cambian y te hacen mejor o peor persona. Ves la vida desde otro angulo y cada vez la mirada es más amplia, es como un zoom que a medida que pasan los días, semanas y meses se va alejando de la realidad que te rodeaba antes de empezar.

Los aprendizajes que, lógicamente, mas se instauran en tu memoria son los personales, los que te hacen evolucionar como persona y uno de los aspectos más importantes de este aprendizaje es conocer y despedir gente continuamente, como mi compañera Klara me dijo el otro día: "la realidad nos obliga a ser maquinas", a pasar pagina, a continuar tu vida sin personas y cosas que hace poco tiempo te parecían indispensables, con el tiempo acabas entendiendo que lo que hoy es primordial puede que mañana no lo recuerdes, que lo que maldices durante meses lo añores toda la vida.

Y si, es tan duro como suena, la realidad nos hace comportarnos como maquinas.

Se trata de aprender la vida misma, la gente que llega, la que se va, que esta en tu situación y en otras muy diferentes. Aprendes a ayudar sin siquiera pensar en como te relegas a un segundo plano, a llegar mas lejos, a entender que la gente se mueve, cambia, evoluciona. 
Antes de llegar a tu nueva aventura ya has despedido tu vida, tu familia y amigos, que no serán los mismo cuando vuelvas, pero en cuanto pestañeas, estas de nuevo frente a otra despedida, frente a la despedida de tu nueva familia, de la gente que ha conformado tu vida durante un año, la gente que te acompaña en buenos y malos momentos, y es una despedida que te guste o no, lo quieras o no, se antoja más definitiva.

Gracias a esta experiencia estoy aprendiendo a crecer, a ser yo misma, soy mas dura (si cabe) frente al entorno y frente a mi misma, los cambios dejan de afectar de la misma manera, son pilares de la personalidad que nunca para de crecer, te conoces mejor, te fallas menos.

Nunca olvides que cada decisión que tomas en la vida te lleva a un punto nuevo, un nuevo inicio desde el que ver la vida de otro color o desde el que darte cuenta de que en realidad eres daltónico.



2 comentarios:

  1. Aquello que para la oruga se llama fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa.

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    1. Gracias, el problema es cuando la oruga arrasa con todo en su metamorfosis...

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