Primero, los que así lo habíamos decidido el día anterior y los que trajeron sus cosas de casa tuvimos un rato para preparar nuestros disfraces, en esta foto podéis ver a dos de los niños conmigo disfrazados, aunque no lo parezca de Abba, nos falló un niño... Desde luego el disfraz no esta logrado, pero no hay nada mas divertido en carnaval que el tiempo que pasas haciendo y preparando el traje y sobre todo intentar hacerlo con las cosas que tengas a mano. Lo que merece la pena no es el disfraz final, sino el tiempo y el esfuerzo que disfrutas durante el camino.

El juego era sencillo, bailar las canciones bien y a medida que nos confundíamos eramos eliminados.
El siguiente juego era parecido al juego de las sillas, tan típico de los cumpleaños en España, pero completamente diferente, quiero decir, teníamos imágenes de diferentes personajes en el suelo (princesa, dragon, granjero, etc).
Con la música bailamos y al pararla y escuchar el nombre del personaje había que poner un pie sobre la imagen.